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5/ Operación Autoestima, maldito día 5: Gliese 436b.

  • Foto del escritor: astroestimafer
    astroestimafer
  • 22 sept 2021
  • 0 Min. de lectura

He oído acerca de un exoplaneta que parece estar ardiendo en llamas, el cual paradójicamente está hecho de hielo, llamado, Gliese 436b mantiene una temperatura de 439 grados Celsius, pero el paisaje helado del planeta permanece congelado debido a la inmensa fuerza gravitatoria ejercida por el núcleo del planeta. según Reuters. Además de que cuenta con una cola gigantesca muy parecida a la de los cometas. Por si fuera poco, también cuenta con una forma de orbitar extrañamente imposible. ¿Podría estar formada de hielo caliente?



Es Lunes por la mañana, en cuanto abro los ojos. Otro día más en el que desearía que todo hubiera sido un sueño. Me siento enferma, me duele el cuerpo además llevo tres días sin probar bocado, los mismos que llevo sin salir de la cama. El estado anímico en el que me encuentro es parecido a si me hubiera caído de un puente, golpeándome contra el pavimento y al momento, desmayarme sin saber más nada. Al despertar sentiré el golpe que me di y todo el daño que la caída ocasionó. Lo difícil es lo que viene después, el tratar de sobrevivir con las heridas. Pero hoy no, hoy debo ir a trabajar. Entro a la ducha, el agua está fría, me he quedado sin gas. No me importa mucho, tampoco lo que me pondré para salir, excepto la cara que daré, a esa si que hay que vestirla, para que nadie pueda sospechar. Actúo normal. De regreso a mi casa, apenas cruzo la puerta de mi departamento, dejo caer mi abrigo y mi bolsa al piso, subo las escaleras y veo a mi perrita brincando de gusto al verme. La abrazo, la mimo un ratito y le sirvo la cena. Enciendo el televisor, me lavo los dientes y me recuesto sobre la cama, con la ropa puesta, al menos no tengo que levantarme más, esta noche no llevo maquillaje. Apenas cierro los ojos vuelvo a tener aquel mismo sueño, noche tras noche. Donde una especie de sombra con figura humana, intenta llevarse una parte de mi cuerpo, en esta ocasión ha sido mi brazo derecho, el que resguarda mi celular. Otras veces tan solo entra y me apuñala en el estómago sin que pueda evitarlo. Despierto gritando, apenas Luna me escucha se acerca a mi y me pasa su delicada lengüita por toda la cara sin importarle que esté llena de lágrimas.

-Joder, que suerte tengo de tenerte, le digo. Pero un sonido fuerte nos ha interrumpido, es alguien tocando la puerta a las 3:30 de la mañana. Y la pesadilla se vuelve realidad.

-¡Que te he dicho que te largues! -Grito detrás de la puerta, ¡No quiero volverte a ver nunca más!

-Solo ábreme y hablemos -Me dice Said del otro lado. Estoy desesperado, arrepentido, por favor.

Se queda por lo menos una hora ahí, a fuera.

Esta vez no Said, ya no - Me digo en mis adentros - No trataré más con mi peor enemigo.

Al salir de casa rumbo al trabajo, lo veo donde tomó el transporte, también en cuanto vuelvo. Comienza a darme un poco de miedo, justo antes de abrir la puerta me jala del brazo y me hace recordar aquella vez que me quedé esperándolo en un café y un chico se me acercó -Un chico bastante lindo- Said llego y aunque él no es nada simpático por fuera -ni por dentro- lo caracteriza una singular seguridad. -¿Qué se te ofrece?. - Le preguntó Said al hombre, en un tono bastante fuerte. -¿Lo conoces Fernanda?- Voltea a preguntarme. -Tranquilo Man, solo quería saber si a la chica le interesaría tomar algo conmigo pero ha sido muy amable y me ha contestado que no. -Le dice el chico lindo sonriendo, mientras se aleja de la mesa. Said me toma con fuerza del brazo y comienza a susurrarme al oído "Tenia ganas de golpear al idiota, pero todo es culpa tuya, tu los provocas, mira como te vestiste hoy" Indignada salgo del lugar y el va tras mío y me repite la cantaleta que le toca decirme cada que me lástima, "Discúlpame bebé es que te amo demasiado, me vuelve loco verte con alguien más" o su frases machistas "Las mujeres no se ven nada atractivas fumando, tomando ni diciendo groserías" -¡Mierda! y yo que he crecido con puros hombres, primos a los que les encanta la cerveza. Dejo de tomar, de fumar y de frecuentar a mis amigos, él me lleva a la escuela y me trae -a todas partes en realidad- Pensé que todo lo que él hacía era porque me amaba. Entonces yo me disculpaba. Said era agresivo, manipulador y celoso. Pero en el fondo, una persona bastante insegura con miedo a que lo lastimaran. Me di cuenta de eso en una fiesta del trabajo, donde sus amigos no paraban de preguntarme si él me había embrujado o algo así, por si fuera poco, una de mis amigas le hizo un comentario que sonaba más o menos así, "Said nada tonto pero con mucha esperanza se agarró a la chica más bonita del lugar" Y el volteaba y me decía; “Que estúpida es tú amiga”. Por supuesto deje de visitarla.

¿Pero como me fijé en el? Como todo buen psicópata, tiene su lado bueno, o la habilidad para aparentar serlo. Said al principio me trataba como a una princesa, me cuidaba, se preocupaba por mi y me presumía como si yo fuera lo mejor del mundo -palabrería barata- Soy una chica bastante vanidosa, alimentaba mi ego pero aún más mi necesidad de atención, ese es el peligro de no saber lo que vales o lo que eres. Mi baja autoestima me llevo a involucrarme con él, a permitir acciones dañinas para mí. A ser codependiente a creer que cualquier gesto básico sin esfuerzo, era amor. Un buen trato, unas buenas palabras y ya creía que esa persona me amaba, lo recuerdo y no tienen idea de cómo me compadezco de mi, así de vulnerables somos cuando nos falta amor propio. No quiero esperar menos, no de mi pareja sino de la gente que me rodea , respeto y educación.

No, que tú pareja sea caballeroso contigo, te hable con respeto, te abra la puerta del carro, no es amor. Es el trato mínimo que debes esperar de cualquier hombre. Si yo lo hubiera sabido a tiempo no hubiera ardido Troya, Said es el tipo de piedra que yo debo aprender a reconocer en el camino. Pero hoy no, son las 2 de la mañana y estoy ardiendo, me he despertado de aquel sueño repetitivo, tengo fiebre y estoy temblando. Se cuándo voy a tener un ataque de ansiedad, lo percibo como a la estática que flota cuando apagas o enciendes el televisor, puedo sentir como se desliza por debajo de la puerta y me busca por toda la casa, hasta que me encuentra. Ya no puedo soportarlo más, tomo el celular y busco entre mis contactos a quien llamar, a mi padre o a madre, no, a un amigo a quien no le hablo desde hace mucho tiempo, tampoco, comienzo a desesperarme, ¡Diablos! Estoy sola o... ¿No? Llamo a Christian. Mientras el contesta yo no puedo hablar. Cuando lloro se me hace un nudo en la garganta que me impide respirar y hablar entonces permanezco en silencio hasta que pueda hacerlo sin tartamudear. -¿Pasa algo? ¿Porque estas llorando? Contéstame por favor - Me dice Christian -Hice algo malo, solo quería que supieras que estoy pagando lo que te hice, me quiero morir, no quiero estar aquí, tengo miedo, sácame de aquí. - Le digo desesperada. -¿Porque dices eso? ¿Que hiciste? - Me pregunta No recuerdo bien como termina esa plática, estaba en shock. Chris ha hecho que le prometa que iré a su casa para que el pueda cuidarme, pero yo nunca me he quedado ahí. Dice que me ayudara a despejarme, ya que estar sola no me va bien ahora. Acepto y me instala en su habitación. Me pregunto, ¿Qué pensara su madre de que yo esté aquí? pero la escucho decir que parece que estoy enferma, que me suba un te y algo de comer y paso todo el fin de semana sin salir de la habitación, Chris me lleva la comida y la cena, se asegura de que me coma todo y también le da de comer a Luna. Me pone películas y series. -Nada de películas de amor- Le digo. Y el no parece comprender pero sabe que no le diré ni siquiera porque estoy aquí. Chris suele pensar que soy una chica increíble, obstinada y necia pero increíble. Estoy comiendo, y comienzo a reír en una escena graciosa de Jack Black y me dice "Eres hermosa" Pero ahora estoy en camisón y en pans, con una ojeras más grandes que el sol, además de despeinada. No podría contradecir a este hombre, me ve de una manera extraña, como si no quisiera perderse ningún detalle de mis modos. Me siento tan valorada y a salvo aquí, que bajo la guardia y puedo ser yo misma o al menos una parte de ella -Said se llevó mí voluntad y mi confianza-. Aquí no tengo miedo de volver a sentir se que Christian no me va a lastimar -Aunque yo a él si-

-Tú me das energía -Le digo. Cómo en el aquel juego, plantas vs zombies donde a la planta le dan una especie de semilla verde y se vuelve más fuerte y dispara más guisantes. Tú me potencializas.

-Me encantan tus analogías- Me dice.

-Se que estoy loca, nadie me conoce como tú, ni mis padres. -Le digo- ¿Será esa la razón porque tú piensas que soy tan genial? Lo mantengo interesante ¿No es así?; Un día quise ser cantante y estuviste ahí apoyándome en mis presentaciones, cuando decidí ser Psicóloga y a mi papá no le pareció, cuando decidí mudarme sola y ahora que me creo escritora. Puedo moverme con extraña facilidad de un polo al otro. Quizá debería dejar que las personas me conozcan realmente como soy… -No, no hagas eso- Me interrumpe. Porque yo ya no sería especial para ti.

Intento decirle que perdí a mi bebé cuando me encontró llorando el otro día en la habitación, al enterarme que una de mis mejores amigas está embarazada y lo anuncia por Facebook junto a su novio. ¿Porque yo no tuve suerte? -Suena en mi cabeza todo el tiempo. A la semana siguiente, me siento con más fuerzas, así que he comenzado a bajar a comer a la cocina con su familia, todos son tan amables conmigo y me llena aún más el corazón que no saben lo que me pasa pero son increíblemente cálidos. Aquí duele un poco menos la vida. La mamá de Christian suele tener comida especial para mí, ya que soy vegetariana. No me siento juzgada por nadie. Esa es la razón por la que guarde silencio tanto tiempo, por vergüenza y temor a ser juzgada por permitir tales actos hacia mi persona. Quiero quedarme en casa de Christian pero siento como si estuviera engañándolos. Así que decido marcharme.

Para cuando alguien aparte de mi, pueda leer este capítulo, Christian sabrá la verdad de mi comportamiento y tal vez así entenderá que dentro de mi era un caos inexplicable y aunque adoraba con el alma verme a mi y a Luna felices ahí, debía sanarme yo misma. No quiero hacerle daño ni al ni a nadie, por eso me voy. Ese fue mi segundo acto de valentía alejarme del lugar que me consolaba. El primero fue ponerle una orden de restricción a Said. He pensado en todas las decisiones que he tomado y que me han traído hasta aquí. Hacerle poco caso a mi sentido de supervivencia me condujo a aprender “A la mala” que debo confiar más en mi. No hay necesidad de aprender de esta manera – Confía en mi-

Si Alicia no hubiera perseguido al conejo blanco, no hubiera caído por la madriguera, ni conocido el país de las maravillas, ni descubierto quien era ella. -Lo creía fielmente- Pero créeme no todos los conejos blancos son para ser perseguidos ni atrapados.

Actualmente ya no tengo miedo de alejarme de algo que creo me está haciendo mal, sigo mi instinto, no escucho a nadie más, estoy cansada de ir tras el conejo blanco, estoy cansada de jugar. En cuanto creo que logro tomarle el paso, se esconde, puedo ver donde lo hace y no me apetece ahora mismo entrar, no ahorita y tal vez nunca. Me mantengo fuera de su madriguera a observarlo, pero ¿Cuánto tiempo se demorará en salir?

A fin de cuentas creo que no hay nada más triste que esperar, razón por la que prefiero vivir mi vida asombrada. Esperar que una persona reaccione -como nos gustaría- , esperar cambios, respeto, amor, valor. Después de todo si sabe que estoy aquí, ¿Porqué no sale? Y justo ahí encuentro mi respuesta y decido emprender el paso y correr tan lejos como pueda.

Mientras me alejo de él, me repito una y mil veces -las que sean necesarias- que el universo siempre te da lo que necesitas en la vida, ya sea por un instante o por toda una eternidad. La cuestión es que solemos engañarnos a nosotros mismos, aferrándonos llamando a todo destino. Porque hay batallas que están perdidas, incluso antes de que comiencen.

No tengo miedo de perder sino me atrevo, o si renuncio a algo. Perdí muchas veces creyendo que estaba ganando y gané tantas veces creyendo que estaba perdiendo y me pone a pensar si todo esto es necesario, tanto sufrimiento, tanta agonía, ¿Valdrá la pena? -no basta con tan solo no tropezarse con la misma piedra, tienes que aprender a reconocerla- a tiempo, marcharte y cambiar de dirección…

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